
Colombia intentó exportar dos productos fundamentales durante el siglo XIX, sin ningún éxito en términos de mantener la producción y de conseguir algún tipo de capital social. Estos fueron el caucho y la quina. Sin embargo, con la posterior producción de café, un cultivo originario de África, Colombia logró integrarse al mercado internacional para satisfacer los parámetros modernos del gusto y la necesidad. El hecho de que sea endémico no necesariamente implica que sea indispensable para el sistema internacional de mercado.
David Barrios, historiador y economista político del Institute of Political Economy at Carleton University, Ottawa.
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